Nueve islas de deslumbrante belleza,
Surgidas de la profunda mar inmensa,
Que el mundo conoció porque el Infante
Convirtió la niebla menos densa.
Vertientes de mosaicos verdeantes
Se elevan, rumbando al infinito,
Hortensias, hechas sebe, son constantes,
Volviendo el colorido más bonito.
Allí, donde residieron gigantes,
Los cumes de las montañas que explotaron,
Convertidos en lagunas de belleza,
Recuerdan a los herederos de los atlantes
Que hasta los primeros navegantes
Sabían respectar la Naturaleza.
(Traducción de Flor)
La Lagoa das Sete Cidades
La Lagoa das Sete Cidades es la laguna mayor de agua dulce de los Azores, ocupando un área de 4,35 km2 en la zona oeste de la isla de São Miguel. La laguna es un lago en doble compuesto por las lagunas Verde y Azul, ligadas por un canal poco profundo cruzado por un puente bajo sobre la cual pasa la carretera de acceso al pueblo de las Sete Cidades.
De largo tiene 4,2 km, por 2,0 km de ancho. La profundidad máxima es de 33 m. Existen muchas leyendas sobre estas dos lagunas, incluyendo la de la princesa e del pastor.
Es una leyenda que nos habla de un reino encantado cuyos reyes tenían una bella y encantadora hija. Esta princesa que no le gustaba estar detenida entre las murallas del castillo, salía todos los días al campo. Adoraba el verde y las flores, el trinar de los pájaros, el en el horizonte. Paseaba por los pueblos, por los montes y por los valles.
En uno de esos paseos por los campos conoció un pasto, hijo de gente sencilla del campo que regresaba del trabajo con sus rebaños. Hablaron casi toda una tarde de las cosas de la vida y se han dado cuenta que les gustaban las mismas cosas. De esa larga conversación nació el amor. Desde que el amor entre ellos floreció pasaron a encontrarse todos los días jurando amores eternos.
Pero la princesa ya tenía su destino trazado por sus padres, ya tenía el casamiento marcado con un príncipe de un reino vecino. Cuando su padre supo de estos encuentros con el pastor trató de prohibirlos, dejándoles tener un último encuentro para la despedida.
Cuando los dos enamorados se encontraron por última vez, lloraron y lloraron tanto que bajo sus pies fueron creciendo a poco y poco dos lagunas. Una de las lagunas con agua de color azul, nació de las lágrimas derramadas por los ojos también azules de la princesa. La otra, de color verde, nació de las lágrimas derramadas de los ojos del pastor que también eran verdes.
Para el futuro quedó, según la leyenda, que si los dos enamorados no pudieron vivir juntos para siempre, por lo menos las lagunas nacidas de sus lágrimas han quedado juntas para siempre, jamás se separando.
El poema fue traducido por mi!
ResponderEliminarEres una experta traductora y me has dado en la yema del gusto posteando Azores de esa forma tan didáctica, porque no tengo ni tiempo, ni dinero , ni ganas para viajar (soy muy flojo para los viajes) Un besote
ResponderEliminarGRACIAS FLOR!!!! Si todo sale bien, estoy preparando un viaje a Azores para octubre. Cuéntame más cosas, por favor...
ResponderEliminarUn beso y espero tus noticias, aquí o en mi correo.
Besitos!!
Os Açores são lindos.
ResponderEliminarAconselho todo o mundo a visitar,vale a pena.
Beijo
Hola amiga!!! Me alegra que conozcas la sidra autentica, tomada acompañando el queso de cabrales un poco fuerte que llama a seguir bebiendo ya que se buscan las combinaciones perfectas los sidreros...
ResponderEliminarHe leído esta entrada tan amplia que has puesto, me ha gustado porque siempre es un modo de saber más cosas de lo desconocido hasta entonces como es el caso.
Te dejo un abrazo de sueños del color de las mariposas...
Esta que te aprecia sin limite en el tiempo...
María del Carmen
ahi te habia dejado un comentario en el que te decia que eran parecidas a Madeira. Bueno!lo dejo otra vez y com pruebo que quede grabado.
ResponderEliminarun abrazo
quedó grabado.
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