Robin Eley- Pintura a óleo
INQUIETANTE
Te pienso, desnuda,
como la amapola que se entrega
a todos los vientos,
mientras añora la lluvia
los irisados rojos de tu boca
palpitante de soles,
embravecidos de mares.
Te pienso, inquietante
el deseo, indeleble trazo en tu mirada,
como el de la zorra
antes de atemorizar
la quietud en los corrales,
y dibujarme en la memoria de tu hambre.
Te pienso, caminante
de la incontinencia de tu vientre,
tus dedos como zahorí,
buscando en los surcos, las huellas
de mi simiente, la que sembraron
los éxtasis,
en que grité, la agonía de tu nombre.
Te pienso, incitante,
desafiantes tus caderas, alzadas,
arrancándole gemidos al aire,
arrebatándole a las nubes humedades,
relámpago que quebranta
la blanquecina quietud de mi sienes,
antes que el deseo se apacigüe,
en el calmado guiño del arco iris.
Jose Huete Garcia (Octubre, 2012)
Un poema sugerente que llama a la puerta del deseo, como la imagen del bellímo cuadro que lo ilustra.
ResponderEliminarBesos, Florecilla.
bello y sugerente poema, Don José esá en forma.
ResponderEliminarun saludo - EL HOMBRE DEL CAFÉ
Uhmm qué poema para seductor Florcita, incita a hacer travesuras!!
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