Oigo tu voz y el viento
que sopla en el recuerdo,
me devuelve las lágrimas
que derramabas en el camino.
No recuerdo de que hablábamos,
supongo nos mentíamos uno al otro
como casi siempre
y tu cansada, llorabas,
cansada de mi y de ti, de los dos,
En medio de la nada de nuestro fracaso
me queda el recuerdo
de tus ojos marrones llenos
de sinceras lágrimas,
que derramabas por ambos.
Karl Wolfovitz
Ay,por Dios, cuánta agonía en estos versos. Cuánto dolor en esas lágrimas cansadas de un ser que ha tolerado a porfía una relación, que se sabe mal desde siempre. Bueno, en este caso, ambos lo saben, pero sólo ella llora, estallando y liberando de alguna forma el dolor.
ResponderEliminarEs muy dramático. Muy vívido.
ABRAZOS MILES, FLOR!
hermoso y triste poema, aunque sólo ella llore.....
ResponderEliminarUn poema muy triste.
ResponderEliminarLas lágrimas son el fruto del desamor.
No obstante es muy bonito.
Besos
Todo me gusta: la ilustración, la música y el poema, una buena elección.
ResponderEliminarSaludos Florecita, espero estés bien.
Hasta pronto.
Qué tristes son las lágrimas del desamor...
ResponderEliminarEs, aún en su tristeza, un bello poema.
Un abrazo, Flor.
Hermosa selección. ¡No la conocía!
ResponderEliminarBesos