Me desordeno, amor, me desordeno
cuando voy en tu boca, demorada;
y casi sin por qué, casi por nada,
te toco con la punta de mi seno.
Te toco con la punta de mi seno
y con mi soledad desamparada;
y acaso sin estar enamorada
me desordeno, amor, me desordeno.
Y mi suerte de fruta respetada
arde en tu mano lúbrica y turbada
como una mala promesa de veneno;
y aunque quiero besarte arrodillada,
cuando voy en tu boca, demorada,
me desordeno, amor, me desordeno.
Carilda Oliver Labra
Cuba, 1924
Ay esta Carilda! que desordenada es.
ResponderEliminarHaga el favor de ordenarse usted, bella Flor que estos desórdenes no pueden traer nada bueno.
ResponderEliminar¿O sí?
Besos.
Bonito poema, gracias por compartirlo. Un saludo Flor
ResponderEliminarEste poema ya lo conocía y sólo puedo decir que es TREMENDAMENTE BELLO!
ResponderEliminarEstos desórdenes sí que son buenos...
;)
Besos, Flor querida.
No conocía el poema ni a la autora pero sin duda ¡qué bello modo de desordenarse!!!
ResponderEliminarbesos Flor.
Me encanta tanto el poema….me desordenó…
ResponderEliminarUn cálido abrazo Flor
FLor,gracias por tu visita,que me alegra mucho,amiga.Siempre tendrás mi respuesta.
ResponderEliminarEl poema de Lucilda me encanta por su espontaneidad y sentimiento.
Te dejo mi felicitación,mi abrazo inmenso y mi ánimo,amiga.
FELIZ SEMANA Y TODOS LOS DIAS.
M.Jesús