SIN PECADO
Esta noche cuando te amé
Hice que nuestro lecho
Fuera de hierba dulce y tierna
Para que tus caderas se mecieran
Con la cadencia de las raíces
Cuando escarban en la tierra.
Hice que cuatro estrellas
Iluminaran nuestra estancia,
Con ese manso parpadeo
Con que la llama hace derretir
Los instantes del deseo
En la virginidad de la cera.
Hice que un grillo insomne
Olvidara su caduco tintineo
En las noches huecas,
Y entonara una melodía
De violines y trompetas,
En el pentagrama de tu gorjeo.
Hice que en su plenilunio
La luna llorara lágrimas de rojo fuego,
Que fuera ánfora desbordante
Del vino más lujurioso,
Derramándose en nuestras comisuras
Los besos locos nos volvieron.
Esta noche cuando te amé,
Lento se escribía el tiempo,
Fue cuando nos apropiamos
De un pedazo de lo eterno
Sin mancha del original pecado,
Ni matizados escapularios de lo cierto.
Veo que nos has dejado un brillante poema de José Huete.
ResponderEliminarGracias, me ha encantado poderlo leer.
Con ternura
Sor.Cecilia
Me gusta mucho Flor!
ResponderEliminar"Un pedazo de lo eterno"... Me encanta!!!
Un beso!
Hola querida Flor, después de tanto tiempo, entrar en tu espacio, ha sido como volver a mi hogar. Gracias y perdona el pecado de mi ausencia.
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