A lo largo de los años conservé
una inesperada tristeza reflectada
en mis ojos color de sed.
Piedra a piedra, casa a casa,
sombra a sombra vagueo
por las sensaciones y aguardo
que se repitan los sueños
que resistieron a la violencia del tiempo.
Podía escribir con sangre
el instante, sin amparo,
donde recliné la cabeza
para aguardar la muerte
de los deseos.
De Uma extensa mancha de sonhos, 2008
(Traducción de Flor)
Aún hay tiempo de regresar a los sueños, hermosos versos.
ResponderEliminarBesos
Obrigada, amiga, pela tradução e pela divulgação.
ResponderEliminarUm grande beijo.
poema maravilhoso.
ResponderEliminarAbraço.
Un precioso poema, Flor.
ResponderEliminarTriste muerte la de los deseos.
Un beso.
Qué vacío y triste debe sentirse quien viva sin deseos.Bonitos versos.
ResponderEliminarUn beso
Preciosos versos aunque un poco tristes... Los deseos nunca deben ser inmortales.
ResponderEliminarUn abrazo, querida Flor!