La vida que murmura. La vida abierta.
La vida sonriente y siempre inquieta.
La vida que huye volviendo la cabeza,
tentadora o quizá, sólo niña traviesa.
La vida sin más. La vida ciega
que quiere ser vivida sin mayores consecuencias,
sin hacer aspavientos, sin históricas histerias,
sin dolores trascendentes ni alegrías triunfales,
ligera, sólo ligera, sencillamente bella
o lo que así solemos llamar en la tierra.
La vida sonriente y siempre inquieta.
La vida que huye volviendo la cabeza,
tentadora o quizá, sólo niña traviesa.
La vida sin más. La vida ciega
que quiere ser vivida sin mayores consecuencias,
sin hacer aspavientos, sin históricas histerias,
sin dolores trascendentes ni alegrías triunfales,
ligera, sólo ligera, sencillamente bella
o lo que así solemos llamar en la tierra.
Gabriel Celaya
¡Qué gran verdad dice el poeta! La vida huye aprisa y llega un momento en que sobran sueños y proyectos y sólo nos es suficiente con vivirla en paz, sin aspavientos. Un beso, querida amiga, y feliz semana
ResponderEliminarun gran poeta, bastante olvidado.
ResponderEliminarMe gusta Celaya sobre todo poque su escrito es facíl pero inteligente.
ResponderEliminarBeijinhos!!