La Cosa Berlusconi
JOSÉ SARAMAGO 07/06/2009
"No veo qué otro nombre le podría dar. Una cosa peligrosamente parecida a un ser humano, una cosa que da fiestas, organiza orgías y manda en un país llamado Italia. Esta cosa, esta enfermedad, este virus amenaza con ser la causa de la muerte moral del país de Verdi si un vómito profundo no consigue arrancarlo de la conciencia de los italianos antes de que el veneno acabe corroyéndole las venas y destrozando el corazón de una de las más ricas culturas europeas. Los valores básicos de la convivencia humana son pisoteados todos los días por las patas viscosas de la cosa Berlusconi que, entre sus múltiples talentos, tiene una habilidad funambulesca para abusar de las palabras, pervirtiéndoles la intención y el sentido, como en el caso del Pueblo de la Libertad, que así se llama el partido con que asaltó el poder. Le llamé delincuente a esta cosa y no me arrepiento. Por razones de naturaleza semántica y social que otros podrán explicar mejor que yo, el término delincuente tiene en Italia una carga negativa mucho más fuerte que en cualquier otro idioma hablado en Europa. Para traducir de forma clara y contundente lo que pienso de la cosa Berlusconi utilizo el término en la acepción que la lengua de Dante le viene dando habitualmente, aunque sea más que dudoso que Dante lo haya usado alguna vez. Delincuencia, en mi portugués, significa, de acuerdo con los diccionarios y la práctica corriente de la comunicación, "acto de cometer delitos, desobedecer leyes o patrones morales". La definición asienta en la cosa Berlusconi sin una arruga, sin una tirantez, hasta el punto de parecerse más a una segunda piel que la ropa que se pone encima. Desde hace años la cosa Berlusconi viene cometiendo delitos de variable aunque siempre demostrada gravedad. Para colmo, no es que desobedezca leyes, sino, peor todavía, las manda fabricar para salvaguarda de sus intereses públicos y privados, de político, empresario y acompañante de menores, y en cuanto a los patrones morales, ni merece la pena hablar, no hay quien no sepa en Italia y en el mundo que la cosa Berlusconi hace mucho tiempo que cayó en la más completa abyección. Éste es el primer ministro italiano, ésta es la cosa que el pueblo italiano dos veces ha elegido para que le sirva de modelo, éste es el camino de la ruina al que, por arrastramiento, están siendo llevados los valores de libertad y dignidad que impregnaron la música de Verdi y la acción política de Garibaldi, esos que hicieron de la Italia del siglo XIX, durante la lucha por la unificación, una guía espiritual de Europa y de los europeos. Es esto lo que la cosa Berlusconi quiere lanzar al cubo de la basura de la Historia. ¿Lo acabarán permitiendo los italianos?"
Muy bueno este artículo que nos compartes el día de hoy.
ResponderEliminarBesiños.
cuanta razón tenia Don José.
ResponderEliminarAlgo podrido debe de haber en el sistema democrático que hemos elegido para que una COSA como Berlusconi sea elegida dos veces por seguidas el pueblo a pesar de sus inmoralidades. Algo pasa cuando un país como España, que lleva meses protestando en la calle por los recortes sociales vote por mayoría a un partido que prometía más recortes y sacrificios para los débiles y más facilidades para los ricos.¿Somos masoquistas los votantes, o más bien subnormales?
ResponderEliminarExcelente artículo el del Nobel portugués.Un beso Flor.
Hola amiga, la imagen de la cabecera es preciosa, siempre es grato pasar a leer tus bellas entradas.
ResponderEliminarte deseo un feliz fin de semana.
un abrazo.
Había escuchado ciertas "cosas" de este personaje,también leído otras más por ahí; pero la "cosa es" que ahora, me entero con mejor detalle y mayor cercanía a esta "cosa horrorosa"
ResponderEliminarEspero que la Bella Italia no nos defraude y de una vez por todas despierte a los dioses que tiene dormida, y ellos devuelvan la gloria a ese hermoso País.
Muy interesante visión y mirada, me ha gustado mucho leer esto. Gracias
Besos mi querida Flor y todo mi cariño.
Anouna