El reencuentro
No te encontraba, Dios, desde hace tanto.
Es cierto: te rezaba, te pedía;
pero eso es sólo la ansiedad que envía
sondas de luz desde el vital quebranto.
Hallarte es otra cosa. Es otro encanto,
otra necesidad. Y hasta diría
que es la más entrañable fantasía:
gozar de tu memoria el adelanto.
Y eso es lo que hago ahora: te disfruto,
sin la intimidación del absoluto;
ya puro corazón que te consume.
Sorbo tu voz y tu silencio, a una.
Y, sin pedirlo, tengo la fortuna
de respirar a ciegas tu perfume.
No te encontraba, Dios, desde hace tanto.
Es cierto: te rezaba, te pedía;
pero eso es sólo la ansiedad que envía
sondas de luz desde el vital quebranto.
Hallarte es otra cosa. Es otro encanto,
otra necesidad. Y hasta diría
que es la más entrañable fantasía:
gozar de tu memoria el adelanto.
Y eso es lo que hago ahora: te disfruto,
sin la intimidación del absoluto;
ya puro corazón que te consume.
Sorbo tu voz y tu silencio, a una.
Y, sin pedirlo, tengo la fortuna
de respirar a ciegas tu perfume.
Un gran poema lleno de sensaciones.
ResponderEliminarEstá acorde con estos momentos que estás viviendo.
Te mando un gran abrazo y un beso
Quién pudiera decir lo que este poema. ¿Y tú?.
ResponderEliminarBesos.
Lo que puedo decir es que el poema es bello, y que la música que acompaña su lectura melancólica, muy melancólica.
ResponderEliminarSaludos cordiales Flor. Hasta pronto.
Muy bello poema cielo precioso
ResponderEliminarun beso
Bellísimo poema, las eternas preguntas sobre el ser y de la vida se asoman por ellas.
ResponderEliminarUn beso y buen finde
Es como llegar al paraíso donde Dios nos abraza, nos ama, Flor, lo de hoy es más que hermoso, la música perfecta, es sentirse transportada, me quedo un ratito elevando mi espíritu, gracias por ello.
ResponderEliminarBesitos
Amiga Flor, precioso poema, acode con los momentos que te embargan. El poema es un sentir que te embarga, y un renacer que te ensalsa al principio del ser.
ResponderEliminarMe encanta el cambio que le has dado tu blog que siempre fué hermoso.
Un abrazo amiga con todo mi afecto, que sirva para elevar tu espiritu. Que Dios te bendiga.
Jecego.
Los reencuentros siempre tienen esa cuota de necesidad que dejó el tiempo, se hace imperioso sorber su voz, el silencio, su perfume.
ResponderEliminarEs un poema bellísimo, gracias por compartirlo.
Gracias por tu compañia en mi blog y tus palabras amiga. Besos miles, Anouna
Estoy ahora acomodada como si entrara al teatro de la ópera,
ResponderEliminarFascinación y deleite con la música que acompaña este reencuentro en palabras escritas con sutil belleza.
besos