Esta mañana cuando me desperté sentía que estaba muy cansada y me quedé reposando unos minutos antes de levantarme. Me puse a pensar en el sueño que había tenido. Fue eso, estuve buceando y nadando casi toda la noche... Me acuerdo que nadé hasta el fondo del mar y maravillada con todos los peces que pasaban por mí, me acuerdo que no tenía miedo. Miraba hacía atrás y veía unos delfines que jugaban con algunas gaviotas que sumergían para coger unos pequeños peces. Había caracolas enormes observándome. De repente sentí que me empujaban rápidamente hacía la superficie, estaba quedando sin aire.
Cuando pude respirar no supe donde estaba, todo era desconocido para mí. Vi que estaba cerca de una pequeña isla. A mi lado oí una risa, eso me pareció, y que vi yo? El delfín que me había salvo de haber quedado en el fondo del mar. Le hablé para que me ayudara a llegar hasta la isla que yo estaba avistando. Me dijo que si con su cabeza y fuimos los dos lado a lado, yo con la mano sujetándome en su alita.
Yo tenía puesto un vestido blanco largo que hacía con que yo sintiera que flotaba, pero a la vez me parecía que algo iba preso en la falda porque sentía algo tocar mis piernas. La emoción era tan grande que solo quería llegar a tierra rápidamente. Debo haber perdido los sentidos, no sé, porque cuando me desperté estaba ya tendida en la arena con alguien sonriendo para mí. A mi lado estaban las dos caracolas que me acompañaron en mi aventura.
Yo hablaba pero no conseguía oír mi voz, pero él me entendió, me enlazó y me llevo hacía su cabaña donde tantas veces me invitó a ir, a su isla encantada. Era Francesc! El ya tenía todo preparado para mi llegada. Una mesa puesta con mucha comida, mucha fruta... Me enseñó las cañas para pescar que yo le había pedido que llevara, me acosté en un hamaca y dejamos que el sol desapareciera, para bajo la luna pasear y disfrutar del silencio por veces interrumpido por los sonidos de los delfines y de la belleza del entorno que nos rodeaba.
Ahora entiendo porque estaba tan cansada cuando me desperté en mi cama, después de unos días tan tristes, alguien me proporcionó una noche llena de sorpresas y aventuras que al recordarlas me hace sentir muy feliz.
Este cuento lo dedico a mi amigo Francesc Puigcarbó en agradecimiento por su paciencia y amistad para con mi persona.
Gracias por quedarte en mi Blogg
ResponderEliminaryo encantada me quedo en el tuyo
Una belleza de cuento y una belleza de Blogg
Te dejo un abrazo fuerte muy fuerte desde Mexico
Hermoso cuento, lleno de frescura, lleno de mar, de burbujas, delfines y magia.
ResponderEliminarBesotes y buena semana
Muchas gracias por el regalo, y yo durmiendo toda la noche sin enterarme de nada. Hay que ver.
ResponderEliminarHola Flor, sin olvidar que los sueños, sueños son; es agradable recordarlos cuando producen felicidad. Son mensajes que nos envía el subcosciente y solo ujo mismo puede analizarlos y sacar concusiones. En cualquier caso es un hermosos cuento.
ResponderEliminarBesos
Hola Flor, que bonito sueño, para recordar durante todo el día.
ResponderEliminarBesos.
Sueños así te convierten en una especie de "Alicia en el País de las Maravillas", bella Flor.
ResponderEliminarEl mar, siempre el mar, presente en nuestros sueños. ¿qué tendrá el mar que parece llamarnos para sumergirnos para siempre en él?
Aprovecho para, como he hecho en mi blog, expresarte mi más profunda condolencia por tu reciente pérdida, querida amiga.
Como te digo allí, tenemos que aprender a asumir estas desgracias. Tu eres una mujer fuerte que ha pasado por momentos muy delicados en tu vida y has salido triunfante. Ahora, también lo harás.
Muchos besos y mucho ánimo, bella Flor.
Hola Flor!!!, muy bonito tu cuento...un sueño...maravilloso y un final inesperado ...besos!!
ResponderEliminaren este mar de la vida, cuando a veces nos sentimos sin aire... es hermoso sentir que un amigo como francesc nos espera en la orilla.
ResponderEliminarun abrazo