Paradoja
Sin aviso previo
ni letreros en el cielo,
el tiempo,
voluble y tirano,
inicia el paso de la danza
de los soles de fuego
y la sed de la tierra
que se abre en surcos
ahítos de desesperanza.
La tristeza se apoderará de los pétalos
y la savia se hará
piedra en los tallos,
los trigales verdes
morirán amarillos
en su cruel tránsito
hasta ser el pan
que bendice tu boca.
Pero en este amor que te tengo
seguirá lloviendo
la húmeda lluvia de tus ojos
cuando estás entre mis brazos
y me inunda tu mirada,
y en un susurro te digo
que el tiempo
solo es una paradoja
cuando se ama.
hermoso poema, digno del verano en el que hemos entrado esta tarde.
ResponderEliminarBuen verano!
Chegou o verão com um belo poema.
ResponderEliminarBeijos.