Restaurante Martinho da Arcada
Por fin llegué a la terraza del Martinho da Arcada y me fijé en primer lugar que todas las mesas estaban ocupadas, los manteles de las mesas eran todos amarillos. Me paré un instante a ver si veía mi amigo, todas las mesas tenían más de dos personas sentadas, casi todas con aspecto de turistas extranjeros. Para no estar mucho tiempo por allí parada mirando, entré de seguida dentro del restaurante que me parecía tener poca gente. Que cansada me sentía y emocionada también pues estaba casi viendo mi amigo por primera vez. No tuve problemas solo tres mesas estaban ocupadas. En ninguna de ellas estaba un hombre con suéter amarillo. Comencé a quedarme además de cansada y emocionada, también un poco nerviosa. Un empleado me invitó a sentarme y eso lo he hecho porque necesitaba poner mis pensamientos en orden … Le dije que estaba esperando un amigo y pedí una agua mineral. Miré mi teléfono no tenía ningún mensaje. Mientras tomaba el agua, sentí que la puerta se abría y claro mis ojos se dirigieron para el lado izquierdo y vi un hombre que entraba. El empleado que le ayudó a abrir la puerta lo saludaba y me tapaba la visibilidad. Oí que hablaba castellano. Era él, me miró y me reconoció de seguida. Venía con sus lentes oscuras y las quitó cuando se acercó a mí. Nos dimos un abrazo muy, muy apretado y mis ojos se llenaron de lagrimas, tanto que yo había soñado con ese encuentro. Entonces él me contó que ya había estado sentado en la terraza y mientras yo no llegaba se había ido a sacar unas fotos en la Praça de Comércio. Fue solo unos minutos…pocos dijo él! Para mí fueron muchos porque ya estaba sintiendo un poco de decepción.
Como el sol seguía alegrando la tarde, no hemos querido seguir allí, mientras me estuvo esperando el empleado estuvo explicándole todo en pormenor de la vida de Fernando Pessoa y de todos los intelectuales que por allí habían pasado y siguen pasando. Salimos y fuimos caminando y conversando. Parece que ya nos conocíamos hace mucho tiempo. Bueno en la verdad nos conocemos sí, porque él fue uno de mis primeros seguidores, en los primeros meses después de haber creado mi blogue. Volvimos a entrar en la Rua Augusta y por allí fuimos caminando, siguiendo a izquierda por la Rua de Santa Justa y subimos por el Elevador de Santa Justa hasta las Ruinas do Carmo, donde él sacó unas fotos, en el Largo do Carmo y nos sentamos un poco allí mirando las palomas y riéndonos porque parece que ellas están acostumbradas a que se les dé algo de comer y estaban dando vueltas cerca de nosotros. No nos demos cuenta de las horas y cuando oímos las horas de un reloj de una iglesia, por allí hay por lo menos unas cinco o seis iglesias, menos mal que ni todas tienen reloj, para reposo de los residentes, nos levantamos y seguimos caminando. Cuando estábamos llegando al hotel estaba sentada en la acera una señora vendiendo violetas y le conté que es tradición por allí, y que hay un fado muy antiguo y bello cantado por D.Vicente da Camara que se llama “ A Moda das Tranças Pretas” y que cuenta un poco de la historia de una niña con un ramito de violetas. Claro que el me compró un ramo de violetas pero cuando llegó al hotel me hizo otra sorpresa… y esto les cuento con mucha emoción… me regaló un lindo ramo de peonias. Me las dio y me miró muy fuerte adentro de mis ojos y su mirada entró dentro de mi alma. Palabras para qué?
El ya había reservado una mesa en el restaurante del hotel y antes de entrar para cenar, todavía tuvimos tiempo para tomar un aperitivo en la terraza y mirar una panorámica de Lisboa con las lucecitas a empezar a brillar en una noche que se avecinaba calma, una noche con olor a Primavera.
Este relato, fue un sueño o realidad? Dejo eso a la consideración de Ustedes.
Hola!!! te voy a decir la verdad de lo que me pasó al leer el relato.
ResponderEliminarCuando escribiste que las mesas tenían toallas amarillas, me pregunté: ¿eran mesas o reposeras frente al mar?
porue nosotros le decimos carpetas o manteles a esos cubre mesas. Mientras que toallas son las que usamos para secarnos el cuerpo luego de un baño...
en fin...que después de la risa, me concentré y esperaba que llegara el pullover amarillo, pero llegó él con anteojos y yo quiero saber cómo estaba vestido, si es que se vistió.
El relato es romántico, la música preciosa, las violetas mis preferidas......que más decir?
Realidad o ficción????? ummmmmm
me quedo dudando
beijos.
Su! Me había equivocado acá em Portugal es una confusión muy grande decimos toallas a todo jajajaja Habra quien se limpie despues de bañarse con un mantel?? jajajajajajajaja Quien sabe? on este tiempo de lluvia que la ropa no seca, si hay necesidad??
ResponderEliminarClaro que mi amigo estaba vestido, en el centro de Lisboa que querias? Y fijate que no lo vi desnudarse!!jajajaja
Un beso
Flor
Querida Flor: Sueño o realidad es un bello relato. Me encantó ver que no te equivocaste de persona y que afortunadamente se realizó tu sueño.
ResponderEliminarUn saludo cordial,
Hasta pronto amiga, un gran beso.
Tal vez fué un sueño hecho realidad.
ResponderEliminarDe cualquier manera un encuentro precioso.
Besitos
Muy bonito, Flor. Un relato hermoso para comenzar con alegria el fin de semana, el cual espero sea muy feliz para tí. Un besito, guapisima.
ResponderEliminar¿Qué más da si fue un sueño o una realidad?
ResponderEliminarLo importante es el gozo que has tenido relatándolo.
Besos.
Siendo sueño o realidad a mi me gustó todo lo que leí, pasear por esas calles, praça do comercio magistral.. sabes yo estuve en ese restaurante en mi viaje a lisboa.. fue lindo pasear nuevamente.
ResponderEliminarHay sueños que bien contados son reales, y hay realidades que parecen sueños hermosos... Flor, me alegro que disfrutaras
... un beso.
Tenho do Martinho da Arcada gratas recordações, de quando passava tardes com os meus amigos a discutir poesia. Muito lindo o teu texto - um excelente local para um encontro romântico!
ResponderEliminarHola cielo me encanto tu relato es muy bello no se si es verdad o un sueño pero la verdad me gustaria pensar que es real
ResponderEliminarun beso corazon y feliz fin de semana
Me has hecho soñar leyendote como quien viaja con la mirada y se instala allí viviendolo, uff que bello, besotes princesa, mil cariños.
ResponderEliminarSueño o realidad, ¿cual es la diferéncia? lo importante es que a historua es bonita...¿continuarà? o acaba aquí.
ResponderEliminarUna bella historia con no menos bellas imágenes (me encanta Lisboa y esa zona) para dejarse llevar placenteramente. Un abrazo y gracias por todos tus comentarios y visitas.
ResponderEliminarsueño y realidad son uno, en un corazón que ama.
ResponderEliminarbesos
Nó sé si será verdad o no pero me he emocionado recordando la primera vez que conocí a unos amigos de internet. Como tu me sentia muy nerviosa pero a la vez contenta de conocerlos personalmente. Actualmente continua nuestra gran amistad. Me gustaría pensar que te ha sucedido lo mismo y que no se trata de ficción. Mil beijinhos.
ResponderEliminarAh!! y que bonita es Lisboa!!