Les quiero relatar el viaje que yo hice esta semana, de trés dias a la ciudad de Guimarães en el norte de mi país en la provincia del Minho.
Guimarães, és la cuna de la nacionalidad portuguesa, és una ciudad con un glorioso pasado histórico, y se presenta como un verdadero tesoro nacional. Su centro histórico, clasificado como Património Cultural de la Humanidad, en 2001, por la UNESCO, ha sido escenário de importantes ocurrencias que han marcado la História y ayudarón a formar nuestra identidad. Visitar la ciudad és retroceder en el tiempo, és contactar de cerca con la História, és sentir la magia del pasado, és entender las origenes más remotas de un pueblo. La ciudad de Guimarães sera la Capital Europea de la Cultura en el año de 2010.
Yo ya habia estado en esta ciudad hace algunos años cuando era adolescente. Pero fué una visita tan de pasaje, que no me acordaba de casi nada. El Centro Histórico és maravilloso. Me quedé en un hotel histórico, acá se llama Pousada, en España por ejemplo és Parador. Me quedé enamorada ! Todo és fantástico! Las iglesias son bellisimas como a mi me gustan, antiguas, con muchas imagenes, muy bien arregladas, muy limpias y como yo digo en esas iglésias yo encuentro siempre Diós que me está esperando. Cerca de mi pousada habia la Iglésia de Nossa Senhora da Oliveira. Esta iglésia ha sido reedificada en finales del siglo XIV debido a un voto, una promesa que nuestro Rey D.João I, hizó a la Virgen de la Oliveira por la victoria de la batalla de Aljubarrota. El templo tiene una torre anexa datada del año de 1513. Al cimo se encuentra un reloj que cuando llegué estaba dando las horas y pensé en seguida que no iba poder dormir. Y las otras iglésias (7) todas tocando al mismo tiempo?! Bueno, menos mal que la pousada tenía ventanas con vidrios duplos y con las ventanas cerradas no se oía nada de lo que pasaba afuera. Caminé, caminando como yo digo, quilómetros por dia, porque en el centro histórico no circulan coches y para visitar todos los monumentos, como el castillo, el Paço de los Duques de Bragança, la Iglésia da Nossa Senhora da Consolação que quedaba un poquito más lejos, no podría hacer de otro manera. Claro que para subir a la montaña da Penha para visitar el Santuário he ido en el teleférico. Que miedo, Dios mio!! El teleférico tiene una extensión de 1,7km y llevanos a una altitud de 400m que nos proporciona un viaje que no se puede olvidar jamás, entre la ciudad y la montaña con la duración de 10 minutos.
Durante el dia los habitantes hacen su vida normal, en la noche la ciudad se transforma totalmente y llega muchisima gente jovén para confraternizar en el Largo da Oliveira, na Praça de Santiago y otros más. Durante el dia los edificios tienen tiendas con las puertas cerradas, después de las 9 de la noche abren las puertas de bares, restaurantes, heladerias, cybercafés, etc. y música, mucha música!
Fuerón 3 dias y dos noches muy bien pasadas pero muy fatigantes! Tal como la ida la hicé en tren, el regreso fué igual. Para mi viajar en tren és el transporte terrestre más comodo que existe!
Llegué y aqui estoy para todos Ustedes!
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