Carta a un Amigo.

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Querido Gabriel,


Después que me llamaste por teléfono diciendo que ya no podías venir pasar el fin del año conmigo, fue con tristeza que recibí la noticia como lo sabes.

La cabaña que habías reservado fue mi refugio para recibir el año nuevo. Necesitaba estar sola conmigo misma y por eso acepté pasar allí el tiempo que habíamos combinado quedarnos los dos. El penúltimo día del año fue para olvidar, se pasó algo que todavía no entendí muy bien y cuando lo entienda te hablaré sobre lo que pasó. Malentendidos que pasan por nuestras vidas difíciles de descifrar por veces, pero deseo de todo el corazón que pronto, muy pronto todo se resuelva. No voy hablarte ahora de este asunto porque todavía me duele mucho y solo de pensar en el, mis ojos se llenan de lágrimas.

Fueron unos días y noches muy difíciles, el tiempo quedó demasiado frio y mientras me quedé allí no paró de nevar. No he podido hablar con nadie por teléfono, las comunicaciones estaban todas cortadas, la electricidad se iba de vez en cuando y las noches heladas solo las conseguí pasar porque había mucha leña cortada y mucha comida que el hotel traía por la mañana y por la tarde. Te voy a confesar que mi bebida de elección fue un muy bueno vino tinto y en las noches un licor buenísimo de nueces que lo servía con hielo molido para quedar más suave.

Los libros que me levé los leí todos, y de vez en cuando daba por mí a pensar en mi vida, en nuestra amistad, lo importante que es para mí, y desee mucho estar cerca de ti y imaginaba como habrían sido estos días pasados contigo a mi lado.

La noche de fin de año la pasé con amigos que estaban en una cabaña cerca, pero así que llegó el 2010, regresé a mi refugio y tardé en dormir porque me encanta mirar la leña quemando y cuando me dormí ya estaba casi amaneciendo. Vino un ruiseñor cantar en la ventana y me desperté. Tanta nieve habia por allí y oír los pajaritos cantar era como si estuviera en el paraíso.

Pedí a una amiga que sacara una foto de la cabaña para que la pudieras ver, yo estaba adentro, no quise aparecer en la foto.

Sigo triste, el hecho de haber estado alejada de mi casa tampoco me ayudó a olvidar cosas que yo quería dejar atrás.

Espero que este año venga cargado de sorpresas, de buenas sorpresas. Las estoy necesitando mucho. Quiero ser feliz!


No faltaran oportunidades para nos encontrarmos, estoy segura.

Te beso con cariño,

Orquídea